jueves, 19 de enero de 2012

Portell : un pueblo de "faixeros"

                                                                  PORTELL                                                              

  

                                                           Un pueblo de “Faixeros”

                   La actividad de un pueblo, es decir, el trabajo que hace mayoritariamente la gente que allí vive, influye poderosamente en la manera de ser.

                  Portell, además de dedicarse a la agricultura y ganadería, como todos los pueblos de la comarca “els Ports” y verse forzado a la emigración a Francia y Alemania, ha sido un pueblo que ha centrado su actividad, desde finales del siglo XIX hasta la actualidad, en la industria del tejido. Igualmente hasta finales de los años sesenta, los mismos portellanos distribuían sus productos, especialmente las fajas (“faixes”), por los lugares más insospechados de nuestra piel de toro, España.


                  Como nos relata Luisa Camañes en su libro “Portell, usos y costumbres, segles XIX y XX”, todo empezó a finales del siglo XIX, tejiendo las mujeres del pueblo, con telares manuales, fajas para la Fabrica Giner de Morella. Asi empezaron a ganarse el primer dinero, abriendo nuevos horizontes, la mujer se convirtió en trabajadora, que ganaba un sustento cubriendo algunas necesidades. Y así nacía la INDUSTRIA a PORTELL.

                 Este contacto con Morella y la necesidad de los empresarios morellanos de dar salida a las fajas, hizo que algunos hombres de Portell empezaron la aventura de recorrer gran parte de España vendiendo fajas; Cataluña, Valencia, Andalucía, Navarra, Madrid, La Rioja, etc, han oído los gritos de los “faixeros” de Portell, pregonando sus estimados productos.

                 Su vida era muy dura, solos, fuera del calor del hogar, estancia que duraba de seis a siete meses, siempre caminando con el fardo de fajas a la espalda, ahorrando lo máximo para traer dinero a casa y tirar adelante la familia. Mientras tanto las mujeres, a casa, todo el día junto ,los telares tejiendo fajas.

                Por el año 1912 algunos portellanos se hicieron empresarios y las fajas que se hacian en el pueblo, ya no viajaban a Morella, puesto que eran para los comerciantes locales. La pequeña industria iba tomando forma.

                Pocos años mas tarde se instaló en Portell el primer motor eléctrico y surgieron pequeñas industrias textiles que, se fueron adaptando a los tiempos, llegando hasta la actualidad.

                Es digno de admirar que, habiendo desaparecido empresas textiles a la comarca y otros lugares, en Portell se mantenga con fuerza, por que un pueblo con doscientos treinta habitantes aproximadamente, alrededor de unas cuarenta personas trabajen actualmente en las fábricas textiles. Y no estaría de mas enumerarlas Portell Artesanal SL, Las Cabrillas, Tena Agut SL y Texris SL.

              Toda esta actividad dentro y fuera del pueblo, pienso que ha hecho el carácter portellano, emprendedor, ahorrador y arriesgado para los negocios, pero al mismo tiempo muy aferrado a su estimada tierra.

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